….refiriéndose al templo del Sol, los Quitus lo habían
levantado en el Yavirac, “era de figura cuadrada, todo de piedra
labrada con bastante perfección, con cubierta piramidal, y una gran puerta al
Oriente, por donde herían los primeros rayos del sol a su imagen representada
en oro”. No era un templo monumental ni soberbio. la Quitu milenaria era un
conjunto de tolas y piyashas, es decir, montículos y pirámides dispuestos sobre
las faldas del Pichincha. No fue una ciudad monumental como el Cuzco, sino un
poblado comunitario erigido sobre la base de concepciones míticas y filosóficas
de los hombres que lo habitaron, los quiteños construyeron con sencillez sus
centros urbanos y religiosos, sin pretender superar la grandeza de la
naturaleza que los circundaba.
(Huambracuna.- A. Costales – D. Costales).
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